El Mar Mediterráneo, en latín seria la traducción mar en medio de las tierras, y vio nacer a muchas culturas.

Siempre tuvo unos veranos cálidos y unos inviernos de frio moderado, como también unas primaveras lluviosas, necesarias para fortalecer la floración de las ricas zonas terrestres que tienen sus balcones a él.

El mediterráneo visto y nombrado como una cuna natural, que la crearon, el choque de las placas terrestres  hace millones de años entre Asia, Europa y áfrica

Debido a sus aguas puras y de unas temperaturas estables y cálidas, la fauna es de una amplitud excepcional y magnifica, dándonos la oportunidad a  los profesionales culinarios el trabajar diversos productos, desde pescados  blancos  a pescados azules (sardina, boquerón, pez espada, caballa, arenque, jurel, lamprea, atún y bonito entre otros) , y  los blancos ,  como toda la demás gran mayoría entre ellos el bacalao, rape, raya, lubina, dorada, rodaballo, gallo, san pedro, mero, lenguado, rosada, merluza,  etc. etc.

Existen peces de superficie, de aguas medias y profundas. Y entre los peces que viven en las profundidades del litoral sobresalen los peces de roca como el dentón, cabracho, salmonete, pargo, pajel, sargo, escarpa, rascacio entre otros.

Yéndonos a las conchas/moluscos, tenemos desde la reconocida clochina, de un tamaño inferior al mejillón pero también de un sabor más acentuado y sabroso, también he de decir que la clochina tiene su temporada de reproducción por lo tanto en esas fechas está prohibida su recolección, sin embargo el mejillón debido a que es de cultivo se tiene todo el año. También algo muy peculiar y del Mediterráneo es la tellina, un molusco de un tamaño aproximadamente de 2 cm de largo por ½cm de ancho con la concha de una textura fina y de colores entreverados  grises/blancos/amarillentos,  se suele cocinar en una sartén con un picadillo de ajo, perejil y limón, tapándolo durante dos minutos,  e incluso, mi madre  también las cocinaba con una salsa de tomate y cebolla, es un plato muy entretenido,  es casi como comer pipas de calabaza, y no puedo dejar de lado los caracoles de mar, los cuales se cuecen en agua abundante, con sal laurel y ajo, recuerdo muy claramente, cuando mi mama los cocinaba y después de comerlos los lavábamos bien y los dejábamos secar al sol, utilizándolos al día siguiente como entretenimiento de niños, pintándolos de colores  con acuarelas.

También contamos en el Mediterráneo con diversos tipos de almejas,  con sabores desde más  finas a más sabrosas.

Pasando brevemente a la familia de los cefalópodos, entre ellos, la puntilla, castañeta, chipirón, pota, sepia, calamar de playa,  y el reconocido pulpo. El pulpo del mediterráneo suele ser  de un tamaño  más pequeño que el africano o el  gallego,  suelen estar a la venta con unos gramajes entre  (1.5kg a 2.5kg),  el pulpo gallego o africano suelen venderse  entre 3kg a 6kg aprox.

 

También son muy comunes encontrar la rica variedad  de  crustáceos, todos conocemos las langostas del mediterráneo, de mucha abundancia en las costas de las Islas Baleares y en algunas zonas de la costa de la Península Ibérica.

De la misma familia son los diferentes tipos de cangrejos  que por ello  difiere para que se utilicen, si para caldos o para arroces etc., las exquisitas  gambas de Denia y gamba rayada, el langostino de Vinaroz, quisquillas, cigalas, galeras y  bogavante, todos ellos unos manjares de cocciones muy cortas y de sabores muy finos.

Siempre frescos e incluso vivos.

 

Como amante  del Mediterráneo, me especialice en mimar y cuidar al máximo el delicado pescado, marisco y sus maravillosos frutos.

Siempre sacándole el mejor partido a cada uno de los que arriba nombramos, con la cocción precisa y justa, en algunos casos aromatizando con una simple guindilla, un buen aceite de oliva,  unas láminas de ajo, la hojita de laurel que no falte y un chorrito de vino blanco.